Esta entrada no se refiere a un proyecto que de ley se pida a lo largo de la licenciatura; cada institución tiene un sistema de enseñanza y por lo tanto de evaluación. En el caso de mi universidad, cada fin de semestre llegan las temidas presentaciones de proyectos finales; esto es, un simulador de campaña publicitaria en el que el/los alumno(s) deben intentar vender a un cliente (profesores sinodales) ya sea un producto nuevo o una campaña publicitaria para uno ya existente. Todo este trabajo se lleva a cabo a lo largo de todo el semestre, cumpliendo con un brief que es, al igual que la parte creativa, elaborado por los mismos alumnos.
Como se mencionó anteriormente, tanto el brief mercadológico, como la planeación del juego, como los esfuerzos publicitarios (radio, T.V. e impreso para exterior), y como el juego físicamente fue llevado a cabo por el alumno.
En fin, para primer semestre se solicitó llevar a cabo un juego de mesa; personalmente decidí crear un juego diferente a todos los existentes. Éste consistía en tarjetas (más de 200) con pronombres, adjetivos, verbos, adverbios, preposiciones, artículos, etc. que permitieran crear oraciones. La idea general era esa: hacer oraciones ingeniosas y divertidas a través de las tarjetas.
El nombre del juego fue Abra-Palabra, con la intención de asemejarse a la frase utilizada por los magos Abracadabra, siendo un mago caricaturizado el personaje que caracterizaba la imagen del juego. El slogan propuesto fue ¡Que aparezca la frase!, siguiendo con la temática, y por supuesto, intentando presentar un juego de mesa con unidad al 100%.
Cara superior de la caja de las tarjetas
Tarjetas del juego
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